Opiniones del Dar Onsar

La terraza, el servicio y el personal muy amable.

Creo que necesitarían otro baño, para cuando hay mucha gente hospedada.

El desayuno riquísimo y las vistas desde la terraza super bonitas

Un poco difícil comunicarse con el personal pero al final nos entendíamos

Otman y su madre nos trataron muy bien, nos aconsejaron sobre que visitar y nos guardaron la mochila por dos días que fuimos a la montaña. La terraza era muy bonita, con vista increíble a la montaña

La habitación olía mucho a pintura, la acabarían de pintar.

La localización, la tranquilidad y el trato con el responsable.

La casa tiene mucho encanto. Nos sentimos realmente como estar adentro de una vivienda típica. La terraza es espectacular y el desayuno fue muy bueno y abundante.

Los anfitriones muy amables, pero sólo los vimos una vez. Sería bueno que tuvieran más contacto con los huéspedes para conocer un poco más de su cultura y de la ciudad.

Muy amable el personal. Desayuno muy bueno

-La recepción fue estupenda. Otmán nos explicó todo y nos enseñó la casa. Es muy discreto y te deja espacio, pero al mismo tiempo, como vive cerca, está atento a cualquier petición que le hagas y las necesidades que puedan aparecer, tanto por teléfono como presencialmente. -El alojamiento está en la antigua medina, y en la misma calle hay comercios para comprar lo que necesites: agua embotellada, jabón, desodorante...De hecho, nada más salir, hay un comercio donde nos atendieron estupendamente cuando fuimos a comprar todo lo que íbamos necesitando. Hay que tener en cuenta que el alojamiento está en la parte alta de la ciudad y hay numerosas escaleras y subidas, que son preciosas, por lo que personas con movilidad reducida necesitarán transporte, como taxi o coche, fácilmente accesible desde Bab el Mahruk. -La terraza, particularmente de noche, está muy bien. Se está fresco, tranquilo y rodeado de plantas.

La primera puntualización es sobre el desayuno, que como dicen otros clientes es abundante y agradecemos que se incluya en el precio. Sin embargo, está compuesto de mucha bollería, fritos y azúcares, lo cual no lo hace muy saludable. Marruecos es famoso por su gran variedad de pan, aceite de oliva y fruta, totalmente ausentes en los desayunos. No costaría mucho ofrecer cada día un tipo de pan local de buena calidad, con un buen aceite de oliva virgen extra de la zona (sin aditivos ni perfumar), tomate y fruta de temporada (siempre controlando el origen, dónde se conserva, el agua con la que se lava...). -El plato de ducha se inundaba con facilidad y parecía viejo, por lo que quizá sería necesario comprobar qué ocurre por si es necesario reemplazarlo por otro más moderno e higiénico. -No había jabón de manos en el lavabo. Lo que contenía el dispensador era gel hidroalcóholico. -No había gel de ducha ni champú a disposición de los clientes y tuvimos que comprarlos. No costaría nada colocar un buen dispensador de pared para el gel y el champú e ir rellenándolo. -La alcachofa de la ducha pide un cambio a gritos, pierde agua y sale en todas las direcciones. -La cerradura de la puerta de la ducha cuesta moverla y pasar el pestillo. -La bombilla de la planta 1 está a punto de fundirse. -En la habitación hacía un poco de calor, incluso con la ventana abierta. Se agradecería un par de ventiladores para poder usarlos, especialmente de noche. -Los enchufes de la habitación también necesitan revisión, para ajustarlos a la pared, ya que estaban sueltos. -La ventana da a la calle, y hay una mosquitera, pero no cubre la ventana al completo, o está rota, por lo que sería conveniente que la revisen para que los mosquitos y otros insectos se queden fuera. -Como otros aspectos menores, agradeceríamos unas papeleras más grandes en las habitación. -Por último, y como opinión personal, ya que es cuestión de gustos, los colchones nos parecieron un poco duros.

El trato del personal, excelente.

La ayuda de que nos prestaron para el resto de actividades que queriamos hacer

Deben aprender un poco más de español ;-)