Opiniones del Somerset Mirissa Eco

Piscina. Personal amable. Balcón con vistas.

Que la habitación no tuviera donde colocar la ropa. El armario olía mal y no tenía perchas ni baldas. En la habitación tampoco había perchas en la pared. Tuvimos que tener la ropa en la maleta todo el tiempo. Tampoco hay colgadores para tender los bañadores. Tuvieron problemas para facilitarnos toallas limpias.

la piscina por la tarde y la tranquilidad

Faltan muchos detalles para lo que están cobrando: - dos escasas toallas con poca reposición, las sábanas aunque limpias con manchas grandes. - la primera habitación que nos dieron el aire acondicionado era viejo y ruidoso no se podía regular ( nos dieron otra habitación porque el lavamanos perdía agua y encharcaba el baño) en la segunda el aire acondicionado era nuevo. - La piscina tenía picos de baldosas que nos hizo cortes en el pie. - Las cortinas en la habitación dejan pasar toda la luz por la mañana - el acceso al hotel es una cuesta poco iluminada y los taxis no encuentran el hotel al no estar señalizado. - el detalle más cutre que nunca habíamos visto.....el último día hicimos el check out temprano por lo que no desayunamos a pesar de tenerlo pagado, y nos cobraron dos botellas de agua pequeñas de la habitación ( que se supone que son de cortesía) cuando en otros hoteles de Sri Lanka el agua siempre ponían de más..., eso si ,les pagamos 660 rupias nada menos.

Absolutamente todo nos ha encantado. Vistas preciosas, la habitación limpia y cómoda, el personal un encanto y súper atentos, y los desayunos riquísimos y abundantes. El mejor hotel en el que hemos estado en Sri Lanka, si volviera me volvería a quedar aquí.

Nada, me ha encantado todo

Lo mejor de nuestra estancia fue poder disfrutar de la piscina, nadar, vistazas y tomar unas cervezas ahí. Apenas había clientes y desayunamos viendo una manada de monos. Está muy cerca de la calle principal y del restaurante Petti Petti. Tienes una cuesta entre la calle principal y el hotel pero se hace fácil. Nos hicieron unos sandwiches de pollo y verdura riquísimos

Recomiendo revisar los acabados de suelo y bordes de la piscina. Hay zonas descascarilladas y hasta que nos dimos cuenta, nos hicimos alguna herida. Seria bueno que hubiera mas luz en la cuesta de acceso al hotel aunque no sé si es algo que esta en su mano. En agosto, en Mirissa no hay ambiente nocturno ni fiesta, así que menos mal que pudinos disfrutar de la piscina.

Personal muy amable. Hay tres hoteles de la misma cadena, el nuestro estava arriba de una cuesta poco iluminada, pero con rápido acceso a la zona de la playa. En ser temporada baja, estuvimos practicamente solos. Pudimos salir más tarde de la habitación sin pagar ningún cargo. El desayuno es muy completo.

En la habitación havia bastantes mosquitos.

Las habitaciones , las vistas , el desayuno

Precios muy elevados en las cena

La piscina es lo mejor de éste alojamiento. Está bien situado y el personal es amable

El desayuno era bastante continental, no tan casero como otros alojamientos donde hemos estado

El trato del personal. El desayuno delicioso, con mucha variedad, riquísimo

El acceso al alojamiento era complicado. Cuidado con equivocarse, hay otro hotel con nombre parecido pero en la playa! Este está en una ladera.

El desayuno y la amabilidad del personal

La habitación, a pesar de ser muy grande, no daba sensación de limpieza, sobre todo en el baño y en las sábanas. Además, debía haber algún hueco porque por la noche se colaron un montón de insectos. El precio que hemos pagado no se corresponde con un hotel de 4 estrellas. Por menor precio hemos estado en hoteles mucho mejores en Sri Lanka, tanto en el norte como en playa. No lo recomiendo.

Lo único que nos gustó fue la piscina.

La habitación estaba sucísima, tenía manchas de sangre en el suelo y todos los cristales estaban espantosos. Para acceder al hotel había que ir por una zona sin luz y nada transitada. Durante el corte de luz que sufre el país, no tenían generador y ni nos ofrecieron unas velas o linternas para poder ver y lo peor fue que cuando esto sucedió el chico que estaba en la recepción se encontraba en la puerta con sus amigos de cervezas y no tenía ninguna gana de trabajar.