Opiniones del Sleeping Trees

Al estar en una zona apartada, llegas a una playa con mucha magia y poca gente. Las cabañas muy limpias, la comida muy rica y el personal muy amable y simpatico.

un poco difícil de acceder por un sendero por la selva.

El paraíso! Nosotros elegimos la habitación básica y se veía que no sería tan cómodo como las cabañas o las tiendas pero por lo que pagamos no podía ser mejor estuvimos una semana y fue todo perfecto! Los baños siempre estaban súper limpios. Llegar desde donde te deja el barco fueron 20min andando (desde edén beach) y el camino no era tan malo íbamos con la mochila del viaje y bien! Para relajarse y descansar.

Espectacular emplazamiento. Tras el paseo por la jungla, la llegada (con limonada incluida) te enamora. Buena comida, buen servicio y la playa en las narices. Estuvimos muy a gusto.

Las habitaciones baratas no están separadas del todo por arriba y se oye todo.

La playa y dormir cerca del mar

La ubicación, es complicado llegar y requiere de una caminata por la jungla de unos 40 minutos mínimo o + ... No vi ninguna referencia sobre la ubicación a la hora de hacer la reserva online, indicando que está apartada y que se debe llegar caminando por una travesía en la jungla ... Hay Hostales que están ubicados en la parte del puerto no separados por el bosque, el lugar es bonito pero si lo hubiera sabido hubiera optado por otras opciones, iba cargado con equipaje, me caí y casi me pierdo ... Hay tramos en la jungla donde uno se puede hacer daño, Creo que estaría bien que indicarán que hay una caminata para llegar al Hostal y es por la jungla ... Una persona de cierta edad con peso de equipaje considerable lo tendría realmente complicado para llegar. Por el resto, el alojamiento bien, personal correcto. Gracias.

Que la isla es solamente para ti ;) El personal es muy amable y el ambiente juvenil.

Que en las tormentas fuertes se pasa un poco de yuyu porque las casas están en los árboles y se mueven un poco, pero es el Precio a pagar si quieres estar en la naturaleza!!!!

El entorno.

La comida es buenísima y el entorno es perfecto para disfrutar y relajarse

El lugar, está bien. Mejor que la playa principal , aunque ésta también tiene plásticos. Pero si es cierto que para desconectar bien súper bien😊 La pizza a la piedra está muy rica. Los dormitorios son de 2 (aunque pone que son de 8), así que estuve sola.

No sé muy bien como explicarlo. Pero la vibra del lugar, era rara. Durante 6 días, los huéspedes que habían allí ( el 99% franceses) ni saludaban , ni miraban cuando pasabas, un tanto maleducados. Nunca me pasó en hostels sentir ese ambiente tan mala vibra. Menos mal que luego conocí a una chilena y un italiano y a otros españoles en el hostel de al lado (Kamaku) y se creó un clima más amigable. Los dueños no me parecieron simpáticos como todo el mundo pone en los comentarios (o han cambiado de dueños o no sé) Pero fueron más bien bordes la mayoría del tiempo. Yo saludaba, decía gracias y rara vez contestaban o sonreían. Muy serios y poco amigables. Estaba incómoda por si actitud. No hay ventilador en las habitaciones y hace muchísimo calor. Me dijeron que no había WiFi y a los días, veía a todo el mundo con el móvil y digo uy, pregunté y si había pero a mi me dijeron que no. Los de Sunset bar ( con un café caro y de mala calidad) cada día cambiaban la contraseña... Para llegar, aunque ya lo avisan, hay que andar unos 45 minutos por la selva y por un "desierto" donde no hay árboles, así que ojo con horas punta porque es agotador. La comida es cara, pero como todos los hostels que hay allí. (Café mínimo 3 dolares) Robinson, el último de la playa es el más económico y rico (ice coffe 1,75 dolares), además es comida Camboyana. No sé, fue una estancia agridulce.

Los dueños no tienen ganas de trabajar

La ubicación, la paz y estar en el paraiso.

Fui bastante cargada para caminar tanto, dicen 20 minutos pero con peso, parece una eternidad, el error fue mio por no interiorizarme mejor. Vayan con lo menos de equipaje. Lo vale

La ubicación y ambiente en la playa. Puestas de sol increíbles.

Nada en particular.

Paradisíaco sitio ubicado en la playa que da hacia el atardecer. Es simplemente un sueño hecho realidad. Las instalaciones están muy bien. El personal amable y atento. Regresaría siempre.

Solo dejaré la sugerencia de que en la habitación que estuve yo podría haber ventilador. Estuve a principios de enero y muy bien la temperatura a la noche pero en otra época del año podría estar bien esta opción.

Creo que lo que más me gustó fue la mezcla de sentirme en un paraíso y en casa al mismo tiempo. El hecho de no tener cobertura o mala señal de internet me parece un plus (y eso que tuve que resolver un problema por videollamada con otro país). Creo que el alojamiento está en consonancia con el entorno (al contrario de los resorts del otro lado de la isla). Durante mi estancia hubo una Jam session y el ambiente era muy agradable y familiar. Y las pizzas hechas en el horno de leña, buenísimas. Los cócteles también. Tienes diversos juegos para usar de manera gratuita (petanca, billar...) e incluso gafas y tubos de buceo. Los 2 bretones que regentan el lugar son la guinda final del pastel. Es cierto que no tienes electricidad en tu habitación, pero deja el móvil cargando en el bar y olvídate de él!! Transportarte a un lugar en el que parar el tiempo, admirar la belleza quente rodea y simplemente respirar.

Arreglaría un poquillo los baños