Opiniones del Via dei Mari Guest House

El apartamento era correcto.

Las instalaciones estaban muy dejadas. El apartamento no estaba limpio del todo. Las zonas comunes muy abandonadas y sucias. Muchos mosquitos en la habitación y suciedad.

El lugar, en el campo, con frutales y olivos. Es tranquilo. Las habitaciones bien equipadas, y cuidadas, bonitas, amplias y cómodas, con vistas, como casitas individuales aunque no muy limpias.

Para recorrer la isla, una de las cosas que miramos es un bien desayuno, que permita conducir y playa, sin parar a comer y seguir ruta. Aquí dice desayuno incluido pero no es cierto, y deberían avisarlo. No hay contacto personal con el propietario, te dice que en ka zona común está todo lo necesario para el desayuno, leche, cereales, embutido, café... n9s encontramos una sala no muy limpia, y sí, con cocina, nevera, platos y bonita. Pero solo hay varias cosas industriales de pastelitos y bollos, que no eran frescos algunos pasados de caducidad. Cosas en la nevera, como leche y yogur, y tienes que rebuscar en ka habitación para encontrar, entre mucho desorden y cosas abiertas. Nada de pan, ni embutido. Cafetera sí, café no. Así que tuvimos que irnos a desayunar fuera, habiendo pagado ya por un servicio con desayuno. Entiendo que sea un alojamiento sin contacto, tipo "self-service" pero en este aspecto está descuidado y Dan información errónea. Sólo con avisar que tenemos para cocinas y nos traigamos nuestras cosas, ya ganarían. Es una pena pq el sitio es precioso.

A expectativa de algo mellor

O lugar está ben, pero está mui descuidado en xeral e a ubicación non é mui boa

Nada, todo es de hace 50 años y mal cuidado

Las instalaciones del año de Mussolini, la vegetación crece descontrolada por lo cual esta plagado de mosquitos

La ubicación y el espacio.

Faltaba limpieza en las zonas comunes, echamos en falta personal ya que no hablamos con nadie de el alojamiento en toda la estancia.

Todo , súper acogedor, me sentí como en casa. Las zonas comunes, estuvimos viendo películas igual de cómodos que en casa. Familia de 4 con niños de 12 años ., Campo de fútbol/ Sala de aeróbic..., todo encantador

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El alojamiento correcto y cómodo, casi en el campo pero cerca de playas y ciudad con coche, un detalle que ofrecieran el desayuno gratis y disponible en la zona común de cocina-comedor

Los mosquitos, necesario un buen repelente

Bueno no estaba mal si lo que buscas es estar en mitad de ninguna parte ,aislado y con vida monacal, cerca de un retiro de monjas y más solos que la una

La limpieza deja mucho que desear, una sensación de total abandono, las zonas comunes y el "comedor" abandonado y del año de Matusalén. Unos dulces que te invitan a mirar la fecha de caducidad si te los comes el mundo es libre aya tú., en general Nada que ver con las fotos que te venden del sitio, cualquier tiempo pasado fue mejor. Si pones el aire acondicionado en el salón común que parece un invernadero te llama la atención el " dueño" y si pones las luces por la noche más tiempo igual, DECEPCIONANTE. y los mosquitos te comen.

La originalidad del lugar, las instalaciones.

La habitación era un poco pequeña, pero nos basto para pasar una noche. La televisión no funcionaba.

Habitación cómoda

Exceptuando la habitación el resto de lugares estaban sucios y des prolijos.El lugar en esta época no trabaja y al tener nuestra reserva limpiaron solo la habitación.El lugar donde se desayuna mal. Además está muy mal indicada su ubicación.

Son apartamentos dúplex muy cómodos y bonitos. En la parte superior está la cama y tiene una gran ventana. En el porche tienes sillas y mesa para comer o tomar el fresco, pero los mosquitos te van a devorar, es el precio a pagar por estar rodeado de vegetación. Me gustó mucho y repetiría. Además tienes zona privada para aparcar tu vehículo.

La nevera grande y los detalles para desayunar El porche y el tendal Las zonas comunes (parking, campo de fútbol, comedor, futbolín, …)

La distribución del loft (el baño mejor a la entrada para no molestar a los de abajo) Falta un ventilador en la parte superior para evitar el chorro frío directo del aire acondicionado

Naturaleza

Demasiados mosquitos

Realmente el alojamiento es excelente. Su ubicación en un oasi verde a la entrada de la ciudad y a 10 minutos de la playa hace que todo este cerca. La habitación, baño, terraza son muy acogedoras. Las zonas comunes son espectaculares al igual que la amabilidad y disponibilidad del personal. Es un alojamiento para tener en cuenta. Seguramente para repetir.

nada

Tranquilidad total, justo lo que buscábamos!