Opiniones del Otter Hostel Connemara

Las habitaciones estaban limpias

Reservamos una habitación para 4 personas, siendo un grupo de tres, con la idea de compartirla únicamente con otra persona. Sin embargo, al llegar nos asignaron una habitación de 6, lo que nos obligó a compartir con tres personas más. Esto ya fue una primera decepción. La habitación, si bien estaba limpia, no contaba con lockers para guardar nuestras pertenencias, lo cual nos pareció una gran falta. La cocina común fue, sin duda, lo peor de la experiencia. La encontramos en un estado lamentable: suciedad evidente en las encimeras, cajones, suelo, fogones, fregadero y basuras. Había moscas y bichos por todas partes, lo que demuestra claramente que no existe una limpieza profunda ni diaria por parte del personal del hostal. Se limitan a que los huéspedes laven lo que utilizan, pero eso no es suficiente para mantener unas instalaciones en condiciones mínimamente higiénicas. El comedor estaba en las mismas condiciones. Las mesas se “limpiaban” con trapos sucios que, en lugar de higienizar, dejaban todo pegajoso y con marcas. Una sensación muy desagradable. El desayuno, además, resultó decepcionante. A las 8:40 ya no quedaba variedad de fruta; un huésped cogió el último plátano y cuando pedí más me dijeron que no había reposición. Tampoco tenían servilletas, y en su lugar me ofrecieron un trapo sucio, lo cual es inaceptable. La oferta de comida era muy pobre: únicamente yogur, cereales, pan de molde, mermeladas, crema de cacahuete, manzanas y naranjas. Sí había café, leche y zumos, pero nada que justifique el precio ni lo anunciado. En resumen: la experiencia fue decepcionante de principio a fin. El precio no se corresponde en absoluto con la calidad de lo ofrecido. Un lugar descuidado, sucio y con un servicio que deja mucho que desear. No lo recomiendo bajo ninguna circunstancia.

Está en el Fiordo de Irlanda. Es un lugar bonito pero muy apartado. Sin coche no es recomendable ir. La reforma es bonita en las zonas comunes pero las habitaciones familiares se deben mejorar. El baño no tiene cortina ni plato de ducha… toda el agua cae al suelo e inunda el baño y la propia habitación. No hay ni una silla… en fin… con niños no ha sido fácil. Mejorando este aspecto básico el sitio está bien. La sala común cuenta hasta con un piano que se puede tocar.

Baños… faltan cortinas, mamparas y/o accesorios. El desayuno es muy básico y no siempre se reponían las cosas.

Súper cerca del lago, las instalaciones muy chulas, y el personal muy agradable

Las sábanas de mi cama estaban algo manchadas y las tuve que cambiar y el colchón no era cómodo, pero en un hostal lo esperado, en el desayuno la segunda tanda de pan caducado, nos lo cambiaron, aún así compensaba lo bueno del hostal

La ubicación, en medio del fiordo de killary

Cama cómoda Habitación luminosa Buena ubicación Check in y check out rápido

Tuvimos que pedir las toallas en recepción al día siguiente de nuestra llegada. No cobertura ni wifi en la planta 1 Desayuno poco variado. El agua caliente de la ducha se agotó al poco rato de su utilización.

Aunque aislado, el enclave es muy bonito y la atención es buena. Las zonas comunes son agradables.

La habitación y el baño eran muy pequeños. Prácticamente solo cabían las 2 camas de 80-90. Lo peor es que hacía frío aunque lo compensaba un buen edredón nórdico pero era casi el único servicio de la habitación. Si no preguntamos no hubiésemos tenido toallas. Comparado con otros hostel muy bien lo común muy mal las habitaciones.

La habitación muy sencilla pero limpia. La cocina disponible bastante bien equipada.

El cuarto de baño es muy pequeño y apenas se puede pasar. Está muy viejo todo. El grifo de agua caliente goteaba y no se podía cerrar y la mampara de la ducha estaba un poco descolgada. Vendría bien algo de renovación.