Es una experiencia para conocedores de la obra de Le Corbusier. Ni la habitación es la más cómoda de acuerdo con los estándares actuales, ni la situación para hacer turismo es la ideal (aunque está bien conectado con el transporte público). La ventaja es poder vivir ese diseño revolucionario de mitad del siglo XX de primera mano y ser tratado como un residente de la Unité. Desayunar en la terraza con las vistas al mar, o descansar del frescor de la terraza durante la noche serán sin duda grandes recuerdos que mantendremos de por vida. ¡Qué genio era LC!

Se alojó en agosto de 2025

No es un hotel para todo el mundo porque la dimensión de la habitación es pequeña y el agua de la ducha didficil de regular.

Para mí fue una maravilla alojarme en este edificio de Le Corbusier. Despertarme allí y pasear por su azotea fue un sueño. La cama era pequeña pero cómoda y la habitación estaba muy limpia. Aparcamos justo debajo y aunque no está centrico llegamos con facilidad al centro.

Se alojó en julio de 2025

El baño no está bien conservado. Tuvimos que colocar la papelera debajo del desagüe porque, si no, se hubiera inundado el suelo. Comprobamos que el Modulor (una figura humana que LC propuso como canon de medidas) no se podría duchar con comodidad pues la bañera es muy alta y el techo muy bajo. El falso techo de vidrio translúcido tampoco estaba bien conservado. Otro principio de LC es el brisse-soleil, una celosía fija que evita que el sol de poniente, en verano, recaliente la habitación. Me decepcionó ver que habían abandonado un aparato de aire acondicionado tirado encima de la parte horizontal del brisse-soleil. Si LC lo pudiera ver, hubiera montado en cólera... En la habitación había una alfombrita con un motivo a la Mondrian, muy vulgar. Mejor pongan una alfombra neutra.

El desayuno bastante bueno pero no nos atrevimos a pedir otro croissant, que era de calidad... La localización como hotel no es la mejor, pero es interesante y no se puede criticar porque se trata de un edificio de Le Corbusier (LC) que ejemplifica el principio teórico de la Ville Radieuse (la ciudad en equilibrio con la naturaleza) y en los años 40 del siglo XX este emplazamiento cumplía ese requisito, de ser un sitio despejado y con bastante vegetación y desde donde se podía contemplar el mar y las montañas, cosa que aún es posible ahora. Es un privilegio poder moverse por el espacio donde está asentado, por el porche de la planta baja, por el Vestíbulo, por las plantas 3 y 4 con la calle comercial a doble altura, donde también se sitúa el hotel y por la planta 9 que da acceso a la azotea equipada con guardería, gimnasio, teatro al aire libre, etc. En realidad el edificio quería ser una ciudad completa pues contenía viviendas, hotel, calle comercial, servicios comunitarios (en la azotea), telégrafos, etc. La habitación estaba muy bien pues era del tipo ancho, 366 cm de ancha (medida del Modulor), que es recomendable aunque resulta cara y tenia vistas al mar.

Se alojó en mayo de 2025

Es una ocasión única poder alojarse en este edificio, patrimonio de la UNESCO. La propietaria, Dominique Gerardin y su familia son unos excelentes anfitriones, convirtiendo nuestra estancia en una experiencia inolvidables.

Se alojó en agosto de 2024

Es un lugar maravilloso para visitar por su arquitectura. Es la segunda vez q visitamos pero la primera q dormimos. Muy chulo y merece la pena ver.

Se alojó en agosto de 2024

Deben mejorar la ducha el agua se derrama al piso

El conjunto gabitacional

Se alojó en agosto de 2024

La cama era un poquito incómoda.

La ubicación. Perfecta para ir andando al Velodromo. Y el edificio es precioso.

Se alojó en junio de 2024

Un pena subir a la cubierta y que no te dejen visitarla entera, la piscina no tiene acceso a los huéspedes del hotel.

Me gustó mucho el edificio, fantástico edificio de Le Corbusier. Me encantó la galería, el hotel, la habitación no estaba mal y genial poder aparcar en las inmediaciones del edificio.

Se alojó en marzo de 2024

Como he dicho, habitación pequeña y poco cómoda (tienes que deslizarte contra la pared para llegar al balcón y si te sobran kilos, ya te digo yo que no pasas) y la ducha tiene poca presión. Está a 15-25 minutos del centro en coche, depende del tráfico (desconozco las conexiones en transporte público).

Para mi marido, arquitecto y corbusiano a muerte, fue un sueño dormir en un edificio diseñado por Le Corbusier. En mi modesta opinión, las habitaciones son oscuras y claustrofóbicas, aunque están muy limpias y el personal fue muy amable.

Se alojó en enero de 2024

El edificio de Le Corbusier. Ese fue el motivo de elegir ese alojamiento

Se alojó en octubre de 2023

El restaurante debería estar abierto o al menos poder ofrecer una comida básica en la cafetería cuando el restaurante está cerrado

La ubicación en la unité perfecta La habitación con vistas al mar nos encantó La conservación de una pieza histórica del siglo XX

Se alojó en octubre de 2023

Recorrer la unidad de habitación y disfrutar su atardecer en la terraza es una experiencia arquitectónica suprema.

Se alojó en septiembre de 2023

El diseño es especial, pero no es funcional, el WC fuera de la habitación no es cómodo, y la distribución de la habitación tampoco. La cama era muy pequeña. A nosotros nos convenía la úbicacion, pero no es céntrico.

El diseño obviamente. Teníamos el concierto de SCH en El Velodrome, y estaba muy cerca. Cómodo para nosotros. Es un hotel fuera de lo común, es una experiencia diferente.

Se alojó en julio de 2023

el espacio

Se alojó en agosto de 2025

Es un hotel para arquitectos vocacionales y familiares entrenados. Medidas modulares, muy incomodo y casi todas las instalaciones estropeadas. Eso si, un edificio absolutamente fabuloso en todos los sentidos.

Se alojó en julio de 2025

Lo escogí, por alguna reseña, pero debo decir, (sin molestar a nadie espero), que no entiendo la gente que pone cosas buenas de este establecimiento, no sé dónde vivirán, ni cómo, pero esto, es de lo peor en lo que me he alojado. Mal en todo, limpieza, mobiliario, ni si quiera toallero para colgar las toallas, baño penoso, cama ni decir, desayuno escaso.....en fin podría seguir pero no merece la pena, desde luego, no por casi 300 € la noche. A alguien le puede parecer maravilloso, su construcción o algo así, no lo puedo entender, más bien parece un edificio de la antigua unión soviética, todo hormigón sin un toque de gusto por ningún lado. Pues eso, que, para no volver vaya

Absolutamente nada, ya que está totalmente dejado y obsoleto, en fin para derribarlo y hacer algo nuevo.

Se alojó en mayo de 2024

El precio de la habitación, habría esperado un servicio de mucha más calidad, es decir: no encontrarme pelos en la cama y almohadas, que funcionen todos los enchufes de la habitación, un desayuno de mejor calidad, cantidad y variedad...

El edificio y toda su historia. Está bastante bien conservado y las vistas de Marsella son maravillosas.

Se alojó en septiembre de 2023

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Se alojó en agosto de 2025

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Se alojó en agosto de 2024

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Se alojó en junio de 2024

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Se alojó en mayo de 2024

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Se alojó en octubre de 2023

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Se alojó en julio de 2025

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Se alojó en diciembre de 2024