Opiniones del La Belle Minervoise

Excelentes anfitriones, desayunos geniales. Cenas muy completas y sabrosas con agradable sobremesa.

Supongo que al final lo que hace que sea excepcional en vez de muy bien es Sophie y su marido (y el resto de su educada familia que no se parecen nada a Sophie :-D ) . Podria decir todo lo que me ha gustado pero lo habrás leído en otras reseñas. Asi que debes quedar-te con esto: - Desayuno. Es todo realmente bueno, es un desayuno frances. Un dia me queje a sophie que queria carne (acostumbrado yo a los buffets continentales) y al dia siguiente me puso dos salchichas para desayunar :-))) asi que mi consejo es que pidais lo que querais para que sophie os lo traiga al dia siguiente (Sophie me querra matar...). Quejaos..os hara caso. - Jacuzzi. Da igual si no es verano. Pedid usar el jaccuzi, vale la pena. Sophie os mirara como si estuvierais locos (normal es en realidad de Paris y ahi son más cerrados de mente :-)). - Ubicación. Esta estrategicamente cerca de todo asi que es una buena base para visitar no solo carcassone sino toda la región. Preguntad a Sophie que vale la pena ver si no habeis hecho los deberes. - Las habitaciones son realmente acogedoras. Se nota que Sophie ha hecho un trabajo intensivo. - Blablabla

No poder ver la cara de Sophie cuando vea mi reseña....

Hemos estado unos días en família. Sophie y Jean-Claude nos han tratado de manera excepcional en su casa. Además hemos cenado de maravilla. Muchas gracias!

Los cuervos 😉

Los propietarios son muy atentos y amables. El desayuno muy bueno, productos caseros. Las habitaciones grandes y confortables.

La hospitalidad de los dueños fue enorme. Se portaron de maravilla con nosotros. Fue un gusto compartir con ellos y otros huéspedes las ricas cenas caseras 👌

La amabilidad y la atención de Sophy y su marido, son encantadores. En el desayuno nos reunimos todos los huéspedes, su marido saca todo tipo de mermeladas, bizcochos, yogur, crepes y un montón de delicias TODAS CASERAS.

El WC un poco pequeño para moverse bien.

El trato excepcional que nos dieron los propietarios, muy simpáticos, una habitacion con mucho encanto y un desayuno de 10! Hay que repetir.

El trato con los propietarios. Cuidan todos los detalles. El desayuno era casero y muy bueno. Otros clientes nos recomendaron la cena pero no teníamos más días. A la próxima lo organizaremos de otra manera para probar sus platos.

El estar en un pueblo pequeño genial. Solo que para llegar el camino de tierra de noche da grima, jeje. Pero está en buen estado.

El alojamiento era muy acogedor y tranquilo. Jean Claude y Sophie, los anfitriones, te hacen sentir como en casa. El desayuno es espectacular. Todo está hecho por Jean Claude, chef pastelero. Gofres, flanes, macarones, brioche, croissants, mermeladas… riquísimo! Y compartes la mesa con ellos y otros huéspedes y es muy auténtico. Además, podéis quedaros a cenar allí, y Jean Claude prepara un menú muy rico . Fue un placer poder compartir conversación con ellos . Muchas gracias por todo!

Alojarse allí es estar en casa.Habitaciones espaciosas, equipadas, camas comodísimas.Tranquilidad, paz y un trato inmejorable por parte de los anfitriones.Los desayunos son generosos y deliciosos a mano de Jean Claude, pastelero experto. Es el mejor sitio para alojarse

No hay nada que no sea agradable en casa Belle Minervoise.Hacen que te sientes como en casa.

El trato familiar

Los desayunos y la atención de los anfitriones,muy pendientes de todo.

Hacía mucho calor en la habitación y el aire acondicionado portátil hacía mucho ruido.

Para empezar ya me encantò atravesar los campos de vides hasta llegar a esta bonita casa de piedra. La casa es hermosa, las estancias amplias y luminosas, el desayuno muy rico todo con productos caseros, y por su puesto, la amabilidad de los dueños, quienes hacían lo posible porque sus huéspedes se sintieran como en casa. Mejorò nuestra visita a Carcasone, y sin duda repetiríamos.

La atención recibida por Sophie y Jean-Claude hacen que la estancia sea una experiencia única. Destaco especialmente tanto la cena y el desayuno que son elaborados con productos de primera calidad por un maestro pastelero. Es una gran opción si buscas tranquilidad, buena atención y disfrutar de los productos propios de la zona.

Destacaría desde un primer momento el trato amable y familiar de los anfitriones Jean Claude & Sophie. Solicitamos una cuna (ya que viajábamos con bebé) y nos proporcionaron una totalmente equipada con incluso saquito de bebé. Habitación acogedora, totalmente equipada. Desayuno abundante y de calidad.Todo casero y delicioso.Nota: Los croissants de Jean Claude son adictivos. Cenamos una noche con ellos y fue una experiencia no solo culinaria sino de compartir historias y experiencias.Los dueños te hacen sentirte como en casa.

Es imposible añadir algo que no nos gustara porque la experiencia fue inolvidable.

La hospitalidad de los anfitriones, realmente es una pasada lo majisimos que son la pareja que los regenta. Te hacen sentir como en casa ..en cuánto al desayuno...es espectacular, todo casero y buenísimo..y la cena merece mucho la pena!

Sólo diría dos cosas, la cama tiene muelles sueltos y resulta bastante incómoda, y las paredes de la habitación bastante finas, por lo que se escucha todo de la habitación de al lado.

Desayuno de 10