Opiniones del Posada Real La Mula de los Arribes 5 estrellas

El desayuno excelente y la ubicación perfecta para acceder a los lugares de interes

Todo fenomenal, desayunos muy ricos, no faltando ningún detalle en otros aspectos: información sobre actividades a realizar, rutas, itinerarios, etc

Lugar tranquilo, confortable, limpio y la cocina con productos de la tierra. Su ubicación permite hacer tanto rutas en coche como a pie. Si hay algo que destaca por encima de todo es la amabilidad y el trato con Andrés y Manuela los dueños de la posada nos llevamos muy buen recuerdo.

Todo maravilloso, el trato de los dueños excepcional, buena comida, inmejorable localizacion para descubrir la zona, sin duda repetiremos. Gracias por la atencion recibida vuestra simpatia y amabilidad con nosotros

La gran amabilidad y disponibilidad de sus propietarios Andrés y Manuela. Cenamos y desayunamos dos días y la verdad que fue todo un acierto. Comida casera y preparada con Cariño. El alojamiento muy limpio y con un toque romántico y mucho encanto. Los alrededores espectaculares, a 5 km de la posada se encuentra el mirador de peña redonda desde el que las vistas son increíbles. Siguiendo las indicaciones de Andrés llegamos al en bicicleta al mirador . Un paseo muy bonito.

Todo en conjunto superó nuestras expectativas. No esperábamos encontrarnos un lugar con tanta calidad en este pequeño pueblo zamorano. TIENEN UNA CARTA totalmente recomendable: Manuela es detallista y muy buena cocinera. Por destacar algo, el arroz a la zamorana y el bacalao. Ensalada de su huerta, callos, croquetas... ¡exquisito todo lo que probamos! Muy buen desayuno, dulces caseros hechos por la anfitriona con sus propios productos ecológicos. Hay dos opciones a cada cual mejor. Las mermeladas insuperables. LA HABITACIÓN: cama muy cómoda, buena lencería, una buena ducha (placentera después de una caminata), y muchos detalles. Limpieza de 10. Todo con mimo y con cariño. ACTIVIDADES: Andrés es de gran ayuda con sus planos y sus consejos. Pendiente de ayudar. Hay muy buenas caminatas y buenas rutas para bici que salen del pueblo (están en Wikiloc). LA POSADA está muy cerca de los embarcaderos para recorrer el rio. Ellos aconsejan y te reservan los billetes. Y a media hora de Portugal. En la plaza de la iglesia encontraremos “La Mula”, un verraco de piedra de unos 2500 años, que es el verdadero icono de este pueblo y que da nombre a la Posada. LA TRANQUILIDAD: Es un placer encontrar un sitio de calma, sin aglomeraciones. Y con un CIELO ESTRELLADO asombroso. Nuestro agradecimiento para Andrés y Manuela que nos hicieron sentir como en casa. Volveremos seguro... y si lo que has leído te gusta, más te gustará la realidad.

Difícil decidir qué me gustó más entre la amabilidad de los dueños o la excelente comida casera con productos de su huerta. Una posada totalmente recomendable

Absolutamente recomendable. El trato de los anfitriones es excepcional.

Manuela y Andrés nos hicieron sentir como en casa desde el minuto uno. Atentos 24/7, encantadores y cariñosos. Indiscutiblemente destaca la comida. Manuela cocina con productos súper locales y de calidad platos deliciosos. La localización es ideal, con un montón de rutas muy bien marcadas para hacer andando o en bici por paisajes preciosos y diversos por los Arribes del Duero. Andrés nos indicó las mejores opciones teniendo en cuenta lo que queríamos hacer de bici. Las habitaciones son espaciosas, acogedoras, limpias y decoradas con gusto al mínimo detalle. Sin duda repetiremos!

La amabilidad, cercanía, atención y trato, limpieza, sus estancias y habitaciones llenos de detalles únicos (que plantas tan preciosas y exuberantes), el entorno que encuadra este pueblo tan maravilloso, la cocina ¡EXQUISITA! (del huerto y corral al plato)..... Todos sus aspectos son superlativos, superó mis expectativas ampliamente ya que considero difícil de igualar o encontrar un lugar que me hechice así (soñamos con volver). Gracias de veras a Manuela y Andrés por este pedacito de cielo en el que nos habéis hecho sentir como en casa este fin de semana ¡Volveremos pronto y con recurrencia!

Tener que marchar

Andrés y Manuela lo mejor. Pendientes de ti con las indicaciones de la zona, rutas y consejos. Los desayunos y las cenas buenísimos, sencillo pero con gran calidad y cariño usando productos de la zona y de su propio huerto. Verduras, mermeladas y bizcochos caseros.

Ha sido un excelente estancia fundamentalmente porque Manuela y Andrés son unos magníficos anfitriones desde el momento de la llegada hasta la salida. Tuvieron el detalle de alojarnos en una estancia muy superior a la reservada porque estaba libre. Nos dieron acertadísimos consejos sobre los lugares que visitar, sitios para comer, comprar productos locales, etc. Todo muy limpio y cuidado. El desayuno y la cena muy bien con productos locales y la buena elaboración de Manuela. Totalmente recomendable

Por poner alguna pega que no es relacionada con la posada. Solo comentar que una de las carreteras de acceso al municipio es un poco mala y es la que marca el GPS, pero hay otros accesos mejores. Aconsejo que llaméis al alojamiento y ellos os indicaran mejor.

Manuela y Andrés fueron los encargados de nuestra estancia haya sido perfecta. El trato cercano y su amabilidad fue la diferencia. El entorno perfecto para desconectar y relajarte unos dias, la comida fantastica y fueron muy amables con nuestro perro y nos dieron muchas facilidades para comer fuera dell comedor en una pequeña terraza que prepararon.

Andrés y Manuela te atienden estupendamente. El desayuno y las comidas riquísimas.

Por decir algo…al tener suelo y techos de madera se escuchaba algún crujido, pero nada grave

Excelente estancia en un pequeño pueblo, sin estrés, con todas las comodidades y atendido por Manuela y Andrés, que cuidan todos los detalles y con una educación que no se encuentra en hoteles de 5 estrellas. Buena localización para senderismo (G314), para rutas en coche por los Arribes del Duero (te recomendarán las mejores) y para acceder al estupendo recorrido del barco de Miranda del Duero

Nuestra estancia en la posada ha sido fantástica, desde el entorno hasta la comida, pero lo mejor de todo Andrés y Manuela, los dueños. La habilidad con los fogones de Manuela, la simpatía de Andrés y la amabilidad de ambos, han hecho que queramos repetir pronto el viaje.

Posada que te hace sentir como en casa, Manuela y Andrés, personas encantadoras, pendientes en todo momento para lo que necesites. Andrés en la orientación de las rutas que se pueden realizar por la zona para nuestro disfrute y de las comidas que decir, Manuela con productos de primera calidad tanto en carnes como pescados así como sus excelentes verduras de su propio huerto, sin olvidar sus fabulosos y abundantes desayunos, una auténtica delicia. Por supuesto volveremos con amigos que seguro van a disfrutar como lo hemos hecho nosotros, en definitiva todo de 10.

Todo perfecto, no hay nada malo.

Todo excelente,el trato por parte de Manuela y de Andrés no ha podido ser mejor. Productos naturales de la tierra, zumos recién exprimidos, todo casero, cuidando hasta el mínimo detalle.

Nada, no hay nada que no me haya encantado

Una posada excepcional en absolutamente todos los sentidos!

El trato, el lugar, la información y los servicios ofrecidos.

Lo mejor fue la atención y el trato personal de Andrés y Manuela. Nos facilitaron la estancia con nuestro perro. La habitación era amplia y cómoda. Perfecta la decoración rústica de la Posada y sus instalaciones. Muy recomendable el paseo matutino con Andrés, antes del desayuno. Buen desayuno. Genial la posibilidad de cenar en la misma Posada. Buenas recomendaciones de visitas por la zona. Sin duda deseando repetir.

Todo, un 10 para la casa y un 12 para Andrés y Manuela, unos anfitriones que nos hicieron la estancia super agradable. La comida con productos de su huerto de vicio, muy recomendable “VOLVEREMOS “

Todo perfecto muy limpio lo dicho muy recomendable

Posada acogedora y con mucho encanto. Buen punto de partida para rutas de senderismo o en coche. Un placer acabar el día con la cocina de Manuela, con productos de la zona y un buen puñado de cariño. Resumiendo, un fin de semana maravilloso, del que también pudo disfrutar nuestra perrita.

No hubo nada que no nos gustara

Todo, el lugar, una posada encantadora, de piedra, muy bien conservada, cudada con mucho mimo. El entorno, en un lugar tan especial como los Arribes del Duero, las actividades, senderismo, cultura, gastronomia... Fue como estar en un cuento!!! La pareja que lo regenta son especiales, muy detallistas y te miman con cariño.

Nada!!!