Opiniones del Hotel Montañas de Covadonga 2 estrellas

La habitación olía a humedad, las sábanas no estaban limpias, al igual que el baño. Hace mucho calor en la habitación y no hay ni ventilador ni aire acondicionado. Y no se puede abrir la ventana porque te comen los mosquitos. Además se escucha TODO.

Lo mejor de todo: las vistas. Es justo lo que muestran en las fotos. Muy bien ubicado y a escasos 10 min de Cangas

Nos tocó la habitación en una buhardilla y ducharse era bastante complicado. El baño era pequeño y apenas habia espacio

Muy bien

La ubicación es excelente. Esta lo suficientemente lejos del ruido pero cerca para visitar lugares y comer a gusto. El desayuno estuvo muy bien y el personal ha sido más que amable. Super amigables y atentos a todas nuestras preguntas y solicitudes. Y por supuesto las vistas son inmejorables.

El calor... Lamentablemente estamos en épocas fonfeaw olas de calor en verano son la nueva normalidad, y hay que adaptarse. Le hace falta colocar/ofrecer al menos ventiladores para las habitaciones, y para poder dormir tranquilos en la noche con las ventanas abiertas repelentes para mosquitos o similar de los que se colocan en la electricidad. Nosotros terminamos comprando ambas cosas para porque con la pequeña sino era imposible descansar.

Si buscas un lugar donde descansar lejos del bullicio de Cangas de Onís, pero a solo unos minutos en coche de todo lo que ofrece la zona, este alojamiento en Labra es una joya. Pequeño, acogedor y con un trato cercano, es perfecto para desconectar y disfrutar de las vistas a la montaña desde la propia habitación. La habitación que ocupamos era amplia y cómoda, con cama king size, pequeña terraza y ducha con buena presión. Además, es pet friendly: a nuestro peludo le prepararon una cama estupenda y dos comederos, y lo mejor es que puede acceder al comedor con nosotros (¡nada de quedarse en la terraza!). El suplemento por mascota ronda los 10 €, más que razonable para todo lo que ofrecen. El desayuno (8 € por persona) se sirve en el comedor en formato cesta por habitación, con productos frescos y más que suficientes para empezar bien el día. Otro punto a favor: el check-out es a las 12:00 sin coste extra, un detalle que se agradece mucho. En resumen, un alojamiento tranquilo, bien situado y con todas las comodidades, perfecto tanto para explorar la zona como para descansar. Lo recomendamos al 100 %.

No tiene aire acondicionado, y una de las noches que nos alojamos pasamos algo de calor porque había menos brisa.

Las vistas de Picos de Europa son excepcionales.

- El dueño no está nunca y el trato es bastante mejorable. Cuando llegamos ni siquiera estaba allí (ni él ni nadie) y en ningún momento de la estancia siquiera se presentó, ni dijo nada. Un trato muy impersonal, casi como si le molestaras, por WhatsApp todo. - No hubo nadie en la recepción en ningún momento en casi una semana que estuvimos alojados. Al llegar cogimos las llaves de un candado como si fuera un Airbnb. Un día el servicio de limpieza olvidó dejar toallas limpias y cuando se lo dijimos al dueño por WhatsApp nos dijo que bajáramos a la recepción a cogerlas nosotros, y allí por supuesto no había nadie. Nada de esto es lo que se espera de un hotel. - La habitación estaba más o menos limpia, pero la cortina de la ducha tenía muchísimo moho. Las sábanas tenían manchas, los colchones estaban viejos y las almohadas eran poco menos que un folio, incomodísimo y muy difícil dormir y descansar. - La habitación está mal aislada y se oyen los animales de granjas próximas por la noche, que impiden dormir. - El desayuno no es buffet como se da a entender en las fotos, es una "cesta" para cada habitación con lo que al hotel le parece que tienes que desayunar, sin tener en cuenta posibles alergias o intolerancias. - Las habitaciones de la segunda planta está abuhardilladas, con la cama en la parte más baja, con lo que es muy fácil darse con el techo permanentemente en ciertas zonas (como así muestran las señales en el techo). En la ducha te das con el techo y no te puedes mover (persona de 1.80m), y en cambio la cortina está en la parte más alta y alguien más bajo (persona de 1.60) no llega a desplegarla. Un sinsentido. - No hay ni jabón de manos en el baño, solo botecitos pequeños (consumo de plástico por las nubes) de gel-champú todo en uno. El secador no da casi aire.

Me gustó la comodidad de las camas y el entorno del hotel.

La habitación estaba algo sucia, las paredes especialmente y las cortinas de la ducha. La habitación daba a una zona un poco fea a pesar de que el entorno era bonito. El camino hasta el hotel bastante sinuoso

La ubicación y las vistas desde la habitación maravillosas, el desayuno muy bien.

No tengo nada negativo

La habitación en la que estuvimos valía bastante menos del precio que pagamos, es una habitación de 80€ y no de 150€. Las fotos que salen en la web son muy diferentes a la realidad. El baño es diminuto con acabados de hace 40 años. Las paredes eran de papel y se oía todo lo de las habitaciones de al lado, incluso los ronquidos… por no hablar de que como se aceptan perros, en la habitación de al lado había uno que no paró de ladrar… las fotos del desayuno y cafetería MUY diferentes a la realidad. En conclusión, si hubiese pagado 80€ no haría estos comentarios… lo entendería, por el precio que he pagado NO

Nos gustó la ubicación porque sabíamos que estaba en la montaña y el sitio y el lugar era espectacular.

La limpieza dejaba que desear. Los colchones eran muy incómodos. Había mucho ruido de máquinas. El personal nos informó de todo muy bien por WhatsApp, pero en ningún momento llegamos a conocerlos. No había nadie.

Lo unico que nos gustó fue que estaba alejado, pero nada más, el lugar parece un Airbnb.

El desayuno puede mejorar mucho.

Las vistas desde la habitación son inmejorables. La limpieza muy bien, y el desayuno muy rico y abundante

La lechuza que nos saludaba cada noche al llegar al Hotel

Calor en la habitación, no había mosquiteras, poco aislamiento entre las habitaciones.