Opiniones del Berggasthof zur Todtnauer Hütte

La ubicación es excelente.

Sin baño privado.

Ubicacion de dificil acceso pero con enclave singular por su belleza, merece la pena.

Habitacion doble familiar compartida con baño incompleto en una de ellas.

El studio Que nos dieron fue perfecto. Con vistas increíbles.

La recepción cierra muy temprano lo mismo que la cocina. El studio debería tener algunos artefactos más como pava eléctrica, microondas, cubiertos, etc

Al alojamiento se llega desde un camino asfaltado en pleno bosque que solo utilizan los que se hospedan en el hotel o van a hacer alguna marcha. Está en medio de la naturaleza, es precioso. Tranquilidad absoluta. El restaurante de la planta baja es muy acogedor, de madera con grandes ventanales. La comida alemana muy rica. Cierran a las 19.00, eso sí. El desayuno de 8 a 10 muy bueno. El personal del hotel, encantador. Además, los huéspedes pueden usar una salita con mesas para beber algo fuera del horario del restaurante, leer o jugar a los juegos de mesa que hay. Vimos que había indicaciones para una sauna pero no la usamos.

Las habitaciones necesitan una actualización. Sobre todo los baños. Viendo el restaurante, pensábamos que estarían igual de cuidadas pero no. Muebles antiguos, sanitarios ochenteros, sin detalles más allá de un jabón líquido y un secador. Muchas toallas pero algunas rascaban. En la habitación familiar, una de las duchas estaba separada del baño y no tenía luz propia, te duchabas con la poca que llegaba de la lámpara de la habitación. La ropa de cama arrugada y áspera. En las fotos de booking de la habitación familiar aparece un baño enorme y un balcón. Ni balcón ni baño de dos lavabos… las fotos engañan, ¡atención! Por el precio que pagamos la verdad es que me esperaba mucho más. Es un hotel de dos estrellas como mucho.

El lugar donde se encuentra es excepcional, rodeado de bosque, con unas vistas excepcionales y mucha tranquilidad. Se pueden hacer rutas a pie desde el hotel y en coche está cerca de muchas atracciones turísticas. La dueña es muy amable y cariñosa con los niños. Estuvimos en dos habitaciones que estaban juntas, ambas muy amplias, que compartían baño y una terraza inmensa con muy buenas vistas. En el hotel hay una zona de juegos para los niños con casita, tobogán, cama elástica, arenero y algunos juguetes más. El desayuno es sencillo pero está todo muy bueno, especialmente el café y el pan.

La comida es buena pero cierran la cocina muy pronto, a las 18:30h. Las almohadas no nos parecieron demasiado cómodas.

El hotel tiene unas vistas espectaculares. Las habitaciones tienen un balcón desde donde se puede salir y disfrutar de ellas. El personal fue super amable y atento.

Todo bien.