Hacer que el huésped se sienta como en casa es la filosofía que nos guía en nuestro negocio de hostelería. Las personas que eligen nuestra villa, ya sea por un largo período o solo de paso, para nosotros no son simplemente clientes, pues todos tenemos algo por compartir: diferentes culturas, vivencias, emociones, pasiones que nos unen o nos distinguen. En este continuo intercambio, encontraremos a las personas que luego serán amigas, las que nos dejarán buenos recuerdos, las que nos enseñarán que siempre tenemos que dar lo mejor de sí. Esta atmósfera se ha convertido en una parte esencial de nuestra vida. Saludos de Oliverta y Roberto Lugares que no os podéis perder A solo 10 minutos, se encuentra Città Sant'Angelo, uno de los pueblos más cautivantes de Italia con su centro histórico. Después de un viaje de 30 minutos, llegaréis a Atri, donde podréis disfrutar de la belleza de la Catedral; aquí reside una de las siete iglesias del mundo con una Puerta Santa. En Pescara podéis visitar el lugar de nacimiento del famoso escritor italiano Gabriele D'Annunzio y el Museo delle Genti. Otros destinos imperdibles son: Costa dei Trabocchi, Penne, Ortona, Sulmona, Lago di Scanno...

El B&B Villa Berghella es una empresa familiar fundada en 2013 con el objetivo de revivir los espacios en desuso de esta estructura que además encarna una parte de la historia del lugar. No sabemos la fecha exacta de su construcción ni tampoco quién fue su primer propietario, pero se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, como muestra la pintura en el techo de la escalera interna. La casa fue comprada en la década de 1950 por la familia Berghella: es una de las pocas habitaciones de la zona donde hoy se encuentra la ciudad de Montesilvano; a lo largo de los años, la estructura ha sufrido algunos cambios para adaptarla a las necesidades de la familia. Gracias a las historias de los más viejos, sabemos que, durante la Segunda Guerra Mundial, fue elegida por las fuerzas aliadas como base hospitalaria. Inicialmente todas las habitaciones estaban decoradas con murales, que luego fueron destruidos. Su punto fuerte es la zona verde que la rodea, con árboles centenarios que garantizan sombra y frescura incluso en los meses más calurosos. Y si el mar, a tan solo 3 kilómetros de distancia, no fuese vuestra primera opción durante el viaje, ¡ningún problema! En el jardín, encontraréis una piscina elevada para que os deis un chapuzón relajante. Para disfrutar de una cena íntima y alternativa o de una aventura culinaria tradicional, en el jardín encontraréis una gran parrilla, donde incluso podréis intentar cocinar los arrosticini típicos de Abruzzo. Desayuno Cada mañana, nuestros huéspedes encontrarán un desayuno buffet servido en el jardín bajo la sombra de los árboles, con una amplia selección de dulces y otros productos. Estacionamento La estructura cuenta con un estacionamiento interno privado, una tranquilidad adicional para los que decidan