Nuestra casa es nuestra casa. Compramos la casa por su situación céntrica en un pueblo turístico. A lo largo de cuatro años hemos ido rehabilitando este inmueble para ofrecerlo al cliente como si fuera nuestra propia casa, con las comodidades que nos gustaría encontrarnos en un establecimiento de estas características de habitaciones amplias con baño dentro de ellas y una serie de dependencias comunes como salón comedor y cocina. En ella hemos mezclado tradición con diseño moderno, mezcla de materiales propios de la arquitectura vernácula como piedra ladrillo y madera junto con tierra de tapiales, junto con encofrados de hormigón y suelos de hormigón pulidos. Comodidad y amplitud son palabras que mejor la definen. Luz y tranquilidad acompañan al visitante. Si añadimos el propio entorno donde historia y arte se unen, el lugar es idílico.

Me dedico al mundo de la arqueología, del patrimonio, de la historia. Conservación y dar a conocer ese patrimonio es un sueño conseguido. HIstoria, arte, arqueologia... son mis hobbies.

La casa está situada en el centro de Almagro, ciudad declarada conjunto histórico-artístico, delimitada este espacio por lo que llamamos ronda. En sus cercanías se abría una de las puertas de la muralla, siendo límite del lugar donde se ubicaron la población judía, de la que se conserva su entramado urbanístico. EN sus inmediaciones se levanta el convento de la Encarnación, convento de monjas dominicas de clausura del siglo XVI. Cercano también a escasos 100 metros la iglesia parroquial de Madre de DIos, la Plaza Mayor, Patio Xedler del siglo XVI....