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Lo que más me gustó fue el trato amable de las personas. La ubicación del hotel Los Caracoles y la cafetería Capricho, buen café, atención y postres deliciosos. La terraza exterior. También el restaurante de mariscos Ostrika, no te lo puedes perder! Guerrero Negro está Justo a la mitad entre Tijuana y La Paz, el punto ideal para un buen descanso, un buen café y una rica cena.

Un lugar tranquilo, no hay mucho por hacer, si quieren visitar las ballenas, asegúrese que sea tiempo. Es una buena opción para pasar la noche si se piensa viajar más lejos. Es fácil moverse allí, no recuerdo el nombre de los lugares para comer pero tienen ricos restaurantes. Aún se requiere cubrebocas

Hay pocas cosas que hacer más allá del avistamiento de ballenas, pero recomienda también visitar el museo de la Reserva Natural del Desierto de El Vizcaino, que está al norte de Guerrero Negro, ya en la Baja California, ahí se pueden ver ejemplares del berrendo californiano.

La ciudad no es muy bonita y no hay muchas cosas que hacer, pero el ver ballenas es una experiencia única

Fuimos a la salinera y fue una experiencia increíble! La comida muy rica también y la gente muy amable

Amplios cuartos con un buen ventilador. A la sala le falta tener un ventilador o aire acondicionado para toda la casa