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Baño, cocina, habitación...todo excelente

Todo, entorno, instalaciones…

Todo genial. Entorno privilegiado y total privacidad. Tienes la sensación de haber escapado del mundo. La cabañita es especialmente acogedora y está súperbien equipada (como ninguna otra en las que nos alojamos en Islandia los días de viaje) y no se echa en falta absolutamente nada de nada. Muy buen gusto en la decoración y en la calidad de la ropa de cama y toallas además del gel de ducha (todo orgánico y protegiendo el medio natural). Los anfitriones, encantadores, disponen de un dossier de bienvenida en el que explican quiénes son y particularidades de la cabaña e incluso se ofrecen para que, si así lo deseas, te acerques a la puerta de su casa a tomar un café o un té con ellos. El detalle de bienvenida es único y muy bien valorado y apreciado por nuestra parte (un precioso recuerdo de Islandia). El agua del pozo propio una gozada (la mejor, diríamos, que hemos llegado a probar). Todo realmente espectacular y maravillloso.