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Casa antigua restaurada muy muy linda y cómoda. Increíble el cielo de estrellas a la noche

Todo increíble, ninguna pega, repetiremos seguro!!!

Los dueños son muy amables y la casa tiene de todo para poder comer , desayunar y cenar allí mismo.Cualquier duda , se les pregunta y ellos te echan una mano .Son encantadores .El sitio está muy bien ubicado para moverte a diferentes zonas

La tranquilidad y la comodidad. El desayuno muy bien

Está todo muy bien por poner alguna pega el baño un poco incomodo y las hormigas que no las tienen muy controladas

Tranquilidad buena ospitalidad y los dueños una maravilla repetirlo cada vez que tengamos oportunidad

Es un sitio especial, único y mágico! La piscina es la ostia! El propietario es un tío fantástico! Nos dijo sitios que visitar y eran espectaculares! El último día hasta nos trajo churros porque sabía que tenía antojo a churros. Volveremos 100%! Hay mucha historia en esa zona y es muy mágico todo allí 💜

Un sitio espectacular situado en pleno campo, en una zona muy tranquila, y atendido por un matrimonio encantador, que combina el aspecto exterior y buena parte de la decoración interior de un Riad árabe (con elementos como las lámparas o la fuente de la entrada), con un diseño moderno y minimalista. Tan solo dispone de tres habitaciones, de distintos tamaños (la última es la más grande), con generosas camas de matrimonio, y todas con baño interior. En la más grande, que es en la que nos alojamos, hay que destacar el cuarto de baño, tanto por sus dimensiones como por la calidad de la ducha, lavabo, toallas, y demás mobiliario. En el dormitorio encontramos una cama grande y cómoda, todo completamente nuevo y de calidad, y detalles que pocas veces se ven como almohadas individuales, varios cojines, una tetera con té, máquina de café con cápsulas, bombones, y televisión por internet, por cierto el internet va bastante bien para la zona en la que se encuentra. No tiene nevera pero sí hay una en la cocina que se puede utilizar sin problema para guardar bebida o comida. Hay que destacar el parking interior cerrado con una zona habilitada en el exterior por si falta sitio, una piscina para la temporada de verano, y una terraza amplia con mesas y sillas para disfrutar del paisaje. Es un sitio muy recomendable para parejas y para nómadas digitales que quieran trabajar y disfrutar de la paz y la tranquilidad. No te puedes ir sin subir a la terraza situada sobre toda la planta de la casa con una espectacular cúpula de color azul que contrasta con el blanco de las parades. En el alojamiento ofrecen la posibilidad de contratar el desayuno, merece la pena disfrutarlo en la terraza, y para la comida o la cena recomendamos desplazarse en vehículo, unos 10 minutos, hasta la cercana localidad de Oria, donde hay un bar en la entrada del pueblo muy cerca de la iglesia, y otro en la gasolinera que está a la salida, donde ponen una tapa a elegir con la bebida.

Un lugar excepcional para descansar y desconectar de la vida cotidiana. La casa cueva una maravilla sacada de un cuento. Las habitaciones grandes y espaciosas con camas cómodas. Todo lo que puedas necesitar, lo tienes!!