
De
EspañaNos alojamos en el chalé Figueira. Espacioso, bien decorado y totalmente equipado para poder preparar comida. Desayuno abundante, con pan recién hecho, incluido con la diaria. Contacto con la naturaleza, aves y los animales del campo: caballos, ovejas, perros y un gato encantador que vigilaba nuestro chalé. Propietarios amables y atentos con los huéspedes.
Una experiencia inolvidable que te permite vivir la vida de campo de los gauchos. El paseo a caballo en el final de la tarde para recoger las ovejas fue maravilloso (este paseo es opcional y se paga aparte).